Apnea del sueño y ronquidos: cómo afectan la salud y el descanso
- Dra. Alejandra Ruiz

- 2 oct
- 2 Min. de lectura
Los ronquidos y la apnea del sueño son problemas mucho más comunes de lo que pensamos. Aunque muchas veces se consideran una simple molestia, en realidad pueden ser señales de una condición más seria que afecta la calidad de vida y la salud en general.

¿Qué es la apnea del sueño?
La apnea del sueño es un trastorno en el que la respiración se interrumpe repetidamente mientras dormimos. Estas pausas pueden durar desde unos segundos hasta un minuto y ocurren varias veces por hora, reduciendo el oxígeno en el cuerpo.
Existen tres tipos principales:
Apnea obstructiva del sueño (AOS): la más común, ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan y bloquean las vías respiratorias.
Apnea central del sueño: el cerebro no envía señales adecuadas a los músculos responsables de la respiración.
Apnea mixta: combinación de las dos anteriores.
¿Por qué roncamos?
El ronquido se produce cuando el aire pasa por una vía respiratoria parcialmente obstruida y hace vibrar los tejidos de la garganta. No siempre significa que exista apnea, pero puede ser una señal de alerta si es frecuente y fuerte.
Síntomas de alarma
Algunos signos de apnea del sueño incluyen:
Ronquidos fuertes y constantes.
Pausas en la respiración observadas por la pareja.
Despertares frecuentes durante la noche.
Somnolencia excesiva durante el día.
Dolores de cabeza matutinos.
Dificultad para concentrarse o cambios de humor.
Consecuencias en la salud
Ignorar la apnea del sueño y los ronquidos puede tener efectos graves:
Hipertensión arterial y mayor riesgo de infartos.
Diabetes tipo 2 y problemas metabólicos.
Accidentes de tráfico o laborales por somnolencia.
Déficit de memoria y concentración.
Disminución en la calidad de vida y problemas de pareja por el mal descanso.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico se realiza mediante un estudio de sueño (polisomnografía) que mide la actividad cerebral, respiración, oxigenación y movimientos durante la noche.
Entre los tratamientos más comunes se encuentran:
Cambios en el estilo de vida: bajar de peso, evitar alcohol y tabaco.
Uso de dispositivos CPAP: mascarillas que mantienen la vía aérea abierta durante el sueño.
Dispositivos orales: férulas para adelantar la mandíbula y abrir la vía respiratoria.
Cirugía de amígdalas, adenoides o tabique nasal en casos específicos.
Conclusión
Los ronquidos y la apnea del sueño no deben tomarse a la ligera. Ambos afectan la calidad del descanso y pueden desencadenar complicaciones de salud importantes. Consultar con un especialista en otorrinolaringología o medicina del sueño es la mejor forma de recibir un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado.









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